Primero hay que averiguar dónde está el problema, porque si es en las tuberías comunitarias hay que comunicárselo a la comunidad. En este segundo caso, según la Ley de Propiedad Horizontal, la comunidad debería hacerse cargo.
Existen prácticas habituales en el hogar como tirar restos de alimentos, aceite y grasas por el fregadero o arrojar desperdicios, que provocan consecuencias en el entramado de las tuberías. Con los años las tuberías ganan adherencia, lo que provoca retenciones. Y ya no es sólo un problema de atascos sino también de olores. Los desagradables olores de las tuberías generales proceden de las bajantes comunitarias de desagüe.
Si nos encontramos con malos olores de este tipo, antes de realizar labor alguna, debemos saber que hay un artículo en la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) que establece una solución al respecto.
El artículo 10 dice que la comunidad de propietarios está obligada a realizar las obras necesarias para sostener y conservar los inmuebles y sus servicios, reuniendo las condiciones correctas de estanqueidad, habitabilidad, estructurales y de seguridad. De modo que una de las obligaciones de la comunidad es realizar obras para subsanar este tipo de problemas.
Conviene comunicárselo por escrito a la junta de vecinos y, si es necesario, recurrir a un profesional que certifique el problema que olores que padecemos. Si efectivamente se trata de un problema de la comunidad, debe ser la junta de propietarios la que debe dar solución, previa comunicación por escrito de nuestra parte.
Claro que dentro de nuestra vivienda sí podemos actuar previamente. El artículo 11 de la LPH indica que los propietarios pueden hacer servicios nuevos o mejoras para el mantenimiento, seguridad y habitabilidad del inmueble. Es decir, dentro de casa podemos hacer obras que sirvan para subsanar el problema de los malos olores, como puede ser el colocar un sifón. De este modo, no estaremos incumpliendo la ley. Además, no es necesario presentar escrito a la comunidad, porque estamos obrando en el ámbito de nuestra vivienda.
De todos modos, para evitar los atascos y obstrucciones en los hogares, y en consecuencia los malos olores, conviene seguir estas buenas prácticas:
- Verter la grasa en recipientes y llevarla a un punto limpio.
- Verter una olla de agua hirviendo por la tubería una vez por semana, para fundir la grasa acumulada.
- Verter periódicamente media taza de levadura química y media de vinagre blanco.
- Limpiar los tapones de los baños periódicamente.
- No tirar nunca papeles no degradables al inodoro.
- No arrojar nunca sustancias químicas como pintura o disolventes por las tuberías.